CULTIVO
Sembrado y cosechado a mano, nuestro agave pasa sembrado varios años en diversos suelos del Valle de Tlacolula, sin hacer huso de insecticidas, con ello se apoya a la tierra y a las especies que conviven con los agaves.
COSECHA
Correcta selección de plantas maduras de diversos agaves con alto contenido de mieles y los nutrientes obtenidos a lo largo de los años de crecimiento y cuidado.
COCCIÓN
Horno cónico con cámara y alimentación externa a base de leña de encino y mezquite, piedra volcánica y tierra lo que evita el exceso de humo durante el cocimiento.
MOLIENDA
Tradicional artesanal en molino de cantera rosada (Tahona), la cual aporta minerales al agave cosido durante este proceso.
FERMENTACIÓN
Salvaje (libre de sulfatos o levaduras de diseño) acompañado de agua de manantial en tinas de madera de sabino y pino, permitiendo que las levaduras nativas de la zona ayuden con el proceso natural de fermentación en el ambiente adecuado y vigilado por el Maestro Mezcalero Roberto.
DESTILACIÓN
Doble y triple en alambiques de cobre a fuego lento alimentando con leña lo que deriva en notas de sabor nítidas y bien definidas de cada agave.
MOMENTO CUMBRE
Luego, nuestra bebida blanca de lotes pequeños se embotella; no obstante, nuestra atención al detalle ahí no se detiene. Todo debe ser perfecto, ya sea al cosechar un fino corcho portugués de manera sustentable.